miércoles, 12 de junio de 2019

Francmason




FRANCMASÓN
¿EN LOS TEMPLOS O EN EL CORAZÓN?
Arturo Garcés
(https//www.soymason.blogspot.com)



La francmasonería no hace hombres de bien. Los hombres de bien hacen masonería desde tiempos inmemoriales. Mucho antes de existir los templos masónicos.

Pero ¿Qué son los francmasones?

Muchos los catalogan como hombres sábios, otros piensan que son poseedores de grandes tesoros y todos tienen un poco de razón.

Los masones sí son hombres sábios. Desde su nacimiento como aprendiz, comienza a transitar por un camino que le irá aportando sabiduría a su intelecto y a su alma. Pero todo esto no solo lo aprendemos en las logias masónicas. A diario hay que cultivarse. La honestidad, transparencia y altruísmo debe acompañar al masón en cada momento. Cortesía, caballerocidad y respeto no solo debe limitarse a los templos. Hay que aprender a ser masón en todos los minutos. La sabiduría del frncmasón radica escencialmente en su deseo de ser un hombre de bien y prepararse para ello.

La riqueza del francmasón radica presisamente en su capacidad para entender que en el trato diario con otros seres (humanos o no) debe destacarse su amor a todo cuanto el Gran Arquitecto ha creado. Porque vivimos rodeados de toda la belleza que es la creación del universo mismo. Para apoyar esto cito algunos apuntes publicados en mi sitio web.





Andar es la doctrina del msasón. Y andar no se refiere solo al movimiento mecánico de las piernas para trasladarnos. Esta simple acción va mucho más allá. El francmasón debe siempre trazar su camino con rectitud, apartándose de los millones de atajos que encontrará y solo lo desviarán de la meta final que no es otra que su perfeccionamiento total, tanto físico, intelectual y moral. Puede ser un camino duro, pero andarlo con sabiduría es un don otorgado al verdadero masón. Pero ¡atentos! No solo las Logias enseñan esto. La vida, la familia y el propio corazón del hombre debe ser el mejor maestro.

Hay hombres que no necesitan andar recorriendo templos  para actuar como masones. Hay hombres con tantas virtudes que sin estar en una logia, pueden y merecen mostrar en su mano nuestro anillo, porque andan con la rectitud de una escuadra y como el compás, saben cual límites no deben cruzar. Eso lo dictan sus leyes de hombre de bien.

Estos masones de alma, siempre dejarán una huella digna de seguir. Escribirán su historia para la eternidad, porque las acciones no se borran como huellas en la arena. Son marcas cinceladas en el corazón de todos y esas, esas perduran siempre.






Ahora nos toca a los francmasones, continuar con el legado de nuestros ancestros. Aquellos primeros masones se hicieron hermanos para el mejoramiento humano en su corto tránsito por la vida.

Tolerancia y sabiduría están tomadas de la mano. Tolerancia para admitir que nadie es perfecto, que cada hombre tiene su propia verdad y cree en ella. Si es una falsa verdad, nuestro deber es tomarles de la mano para guiarles.

Tolerancia para admitir que nosotros mismos somos incompletos en nuestro saber y necesitamos tambien de los francmasones de alma, aunque no hayan conocido nunca de nuestras tradiciones, historia y costumbres.

Las puertas de los templos núnca deben cerrarse y menos, la de el mejor y más grande de los templos. El del corazón.


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